D’ONOFRIO
Wwilson&1994El nombre
D’Onofrio viene del apellido de Pietro D’Onofrio, nacido en Italia en el año
1859. Un hombre emprendedor que decidió su futuro a los 21 años, por ello,
viajó a Argentina en busca de su oportunidad y se trasladó a Santa Fé donde
encontró trabajo, mas tarde recibió una carta de un amigo de la familia, Don
Raffaele Cimarello, que ofrecía el traspaso de su negocio y un carrito de
helados en Buenos Aires, Don Pietro acepto la propuesta y se traslado de
inmediato, es allí donde aprendió la preparación de helados y este negocio
estaba dando resultados favorables.
Hasta que en 1888 Don Pedro retornó a su tierra natal para ver a su madre
y conoce a la que sería su esposa, señorita Rafaela Di Paolo, ambos decidieron
regresar a la Argentina; sin embargo, por error involuntario tomaron otro barco
cuyo destino final fue Nueva York, ellos decidieron quedarse en Estados Unidos
donde nacieron sus dos hijos, posteriormente, Raffaele Cimarelli lo incentivó a
trasladarse a Richmond, lugar donde él se encontraba y que tenía un clima
favorable para el consumo de su producto, de manera que se dedicó nuevamente al
trabajo de preparar y vender helados, su negocio con el tiempo se hacía más
aceptable y rentable por los consumidores, por ello, su familia tenía que
producir más.
Posterior desarrollo:
La familia D’onofrio decide expandir su negocio y por consejo del amigo
de la familia Don Raffaele Cimarello, llegan a Lima a fines de 1897, se
trajeron de Richmond un carro de reparto de madera y así se dio inicio a esta
gran industria, se ubicaron en Pachamamilla, después en Sandia y Tupuani, hasta
1914 se trasladaron al local de la avenida Grau, se hizo muy popular por el uso
de la corneta para anunciar su paso por las calles limeñas, gracias a la
simpatía que proyectaba unida a calidad de su producto, un helado de crema
llamado “imperial”. En un inició, Don Pedro traía nieve de los Andes,
posteriormente, fue asesorado por un ingeniero para comprar una planta de
fabricación de hielo artificial, convirtiéndose en el primer paso para la
industrialización, en consecuencia, aumento el número de carretas con su diseño
propio.
La familia continuaba creciendo más y en 1911 decide que para el
desarrollo de su negocio necesitaban formar un sucesor y por ello, llamo a su
hijo varón primogénito, quien estaba cursado estudios en Italia. Antonio
D’onofri o Di Paolo, se hallaba frente al negocio, sugirió a sus padres un
merecido descanso pues habián transcurridos veintidós años de dedicación y el
negocio ya se había posicionado en la mente de los consumidores, ellos
resolvieron regresar a Italia y traspasar la fábrica de helados con once
carretas al sucesor.
En 1937, don Pedro Dónofrio murió a la edad de 78 años, dejando la
herencia de trabajo a las generaciones que lo siguieron.
En 1919 decide cambiar la razón social por la de Antonio Dónofrio, se
propuso como meta ampliarlo y modernizarlo, los helados se vendían cinco meses
al año; por ello, había que extenderlo, por consiguiente, creó la primera
fábrica de chocolates de alta calidad en el Perú para mantener la rentabilidad
en cualquier temporada fue instalada en 1924 en el jirón Cotabambas, adyacente
a la planta de hielo y helados.
En 1932 regresa de Italia su hermano Humberto con el título de Ingeniero
Agrónomo y posteriormente Luis, quienes convertidos en profesionales
trajeron avanzados estudios técnicos en la industria dulcera, este aporte
permite a esta industria crecer y producir además de helados, chocolates:
caramelos, golosinas de todo tipo.
Ante el crecimiento evidente obligó a la empresa a cambiar de local
y fijaron nueva sede en los terrenos de 36,000 m2 ex fundo Aramburu, con frente
a la avenida Venezuela, posteriormente la planta esta modernizada con equipos
para la producción de helados tipo “Ice Cream”.
La familia continuó con la apertura de nuevos puntos de venta y este
imperio comercial que ahora fue adquirido en el año 1997 por Nestlé Perú y que
hoy sigue manteniendo sus actividades en el mismo local de la avenida
Venezuela.
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