domingo, 19 de febrero de 2023

 

TOPI TOP



Aquilino Flores nació en la región de Huancavelica en una familia de escasos recursos. “Caminábamos a la escuela unos 4 kilómetros de ida y 4 kilómetros de venida, y el almuerzo para todo el día era maíz tostado con un poco de queso”, aseguró en 2011, en un diálogo con The Wall Street Journal.

 

Es por ello que viajó a los 12 años a la ciudad de Pisco para trabajar en el apañamiento de algodón. En la década del 60, se trasladó a Lima, donde pasó por diferentes trabajos, tales como el lavado de autos y la venta de ropa en las calles de la capital.

 

El joven huancavelicano se caracterizaba por su carisma y su habilidad para los negocios. Tras iniciar con la venta de prendas, Flores percibió que había un nicho que podía explotar. Fue así que en los años 70 decide invertir en máquinas de coser con sus ahorros e implementar un taller de confección.

 

Por estos años, Aquilino también decide costear los pasajes de sus hermanos Carlos, Marco, Armando y Manuel para que se trasladen a Lima desde Huancavelica. En una entrevista en 2007 para la revista Lidera de la Pontífice Universidad Católica del Perú (PUCP), el joven emprendedor precisó que iniciaron de manera informal, pero tuvieron buen recibimiento del público por la calidad de sus productos.

 

“Éramos informales, pero con nuestro trabajo comenzamos a tener la aceptación del público, que vio en nuestros productos el reflejo de una filosofía aplicada que perdura hasta hoy y que marcó la pauta de nuestro crecimiento: precio, moda y calidad”, aseguró. De esta manera, Aquilino Flores decide fundar en 1983 junto con sus hermanos Topy Top S. A.

 

¿Cuáles fueron los inicios de Topitop?

Según un artículo publicado en 2014 por el entonces decano de la Facultad de Economía de la UPC Daniel Córdova, uno de los momentos más importantes en los inicios de Aquilino como productor de prendas de vestir fue cuando un comerciante de Desaguadero, la ciudad fronteriza entre Perú y Bolivia, le solicitó producir 10.000 camisetas de colores. En 1986, los hermanos Flores inauguran la primera sede de Topy Top en la ciudad de Lima. Posteriormente, abrieron tiendas en Arequipa, Piura, Trujillo y otras regiones del país.

 

“Teníamos clientes en casi todos los departamentos. Nuestros vendedores mayoristas progresivamente fueron penetrando el mercado y nos demandaban variedad de productos. Decidimos comprar máquinas circulares, tintorerías y todo lo necesario para garantizar la calidad de la tela. Esto nos dio el soporte necesario para desarrollar la calidad total, pues ya habíamos desarrollado bien la manufacturación y el estampado”, aseguró a la revista Líder.

En 1995, inauguran una planta modelo para exportar sus productos a Argentina, Chile, Brasil, Ecuador, Paraguay, entre otros. Para el 2005 se convirtió en el primer exportador de productos textiles y confecciones del Perú. Dos años más tarde, en 2007, la empresa pasa a llamarse Topitop. Actualmente, tienen 70 tiendas en el territorio nacional y cuentan con más de 10.000 empleados.

 

¿Qué retos tuvo que superar Aquilino Flores?

Uno de los retos que Aquilino tuvo superar en sus inicios como negociante fue obtener financiamiento. Los bancos desconfiaban de su emprendimiento y pensaban que no iba a poder devolver el monto prestado. Sin embargo, ante su insistencia, accedieron, por lo que pudo invertir y expandir su negocio. Posteriormente, pudo pagar sus deudas, lo cual le ayudó a conseguir nuevos préstamos. La pandemia de la COVID-19 significó un reto para la compañía. Al igual que otras empresas, tuvieron que cerrar algunas tiendas y fortalecer su plataforma digital para incrementar la venta de sus productos.

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